El alineamiento de Sión
- Asher Intrater
- Oct 8, 2021
- 3 min read

En el siglo primero, el ministerio de Yeshúa y sus discípulos estaba estrechamente conectado con el tiempo y la geografía. Pero al salir el Evangelio a las naciones, durante los últimos 1.900 años, ha habido muy poco énfasis en tiempo y geografía entre los cristianos. El Evangelio se puede predicar en cualquier lugar y en cualquier momento; el Espíritu de Dios puede ser recibido en cualquier momento y en cualquier lugar. El Espíritu Santo no tiene un cuerpo terrenal específico, sino que mora en todos nosotros.
Sin embargo, al acercarnos al retorno de Yeshúa, el tiempo y la geografía volverán a adquirir importancia. Yeshúa volverá físicamente a un cierto lugar en un cierto momento. El lugar será el Monte de los Olivos (Zac. 14:4; Hechos 1:11). El momento será cuando las naciones ataquen a Israel (Zac. 14:2; Lucas 21:20) e Israel clame: "Baruj Abá" (Salmo 118:26, Mateo 23:39).
En la Torá, las fiestas se denominan מועד mo'ed, que significa “tiempo señalado”. En los Profetas, cada promesa espiritual está conectada con la promesa física de poseer la Tierra. En la perspectiva cristiana, el espíritu es universal y atemporal; en la perspectiva judía, el espíritu está relacionado con el tiempo y el espacio. Ambas son ciertas. La perspectiva bíblica de “dos ojos” es restaurada hoy para darnos una visión tridimensional.
Para estar preparados para el regreso de Yeshúa, la atención del mundo debe estar centrada en la dirección correcta. Una obra de teatro no puede empezar, el telón no puede levantarse y el actor principal no puede aparecer hasta que todo el mundo esté primero mirando al escenario. Jerusalén es el escenario. Jesús es la estrella.
La palabra hebrea Sión es ציון y significa señal (Jeremías 31:21). Sión es un marcador, una señal de carretera que apunta en la dirección correcta. No es de extrañar que la Naciones Unidas y el extremismo islámico sean tan “anti-sionistas”. Todos señalarán hacia Sión, para bien o para mal. Los que se oponen son llamados “los que odian a Sión” (Salmo 129:5).
El alineamiento es urgente. Es como un tratamiento quiropráctico para el “cuerpo del Mesías”. Cuando el cuello y la espalda están alineados, se liberan poder sanador y libertad de movimientos. El alineamiento establece el orden y el diseño correctos para el plan de Dios.
La Gran Comisión – Yeshúa envió a sus discípulos para compartir el evangelio desde Jerusalén hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8); ahora vuelve otra vez.
Unidad del Cuerpo – Cuando los cristianos tienen a Sión en su corazón, entran en armonía de oración y espíritu (Salmo 133, Juan 17).
Iglesia internacional (Ekklesia) – Al ser injertados en el “Olivo”, los cristianos son conectados a las raíces de su fe (Romanos 11:17).
Últimos Tiempos (Escatología) – Todas las profecías del retorno de Yeshúa apuntan a acontecimientos en Israel y el Oriente Medio (Ezequiel 38-39).
El Segundo Pentecostés – En los últimos tiempos el Espíritu Santo será derramado sobre toda carne en un gran avivamiento, con señales milagrosas y prodigios (Hechos 2:17-21).
El reino del Milenio – Después del regreso de Yeshúa habrá un gobierno mundial de paz y prosperidad con Jerusalén como su capital (Isaías 2:1-4).
La Nueva Creación – Al final de la Biblia vemos el paraíso restaurado en un mundo perfecto, cuando la Jerusalén celestial desciende a la tierra (Apocalipsis 21-22).
Por favor, ora con nosotros para que este alineamiento de Sión se cumpla.