top of page

El destino de Dios para árabes y judíos

Writer's picture: Asher IntraterAsher Intrater


Cada vez que nos reunimos con líderes cristianos árabes, ya sea localmente aquí en Israel, o en el marco del Encuentro Global, hay nuevos niveles de revelación sobre el destino de Dios para árabes y judíos. En un Encuentro en Jerusalén, un pastor árabe señaló que sólo había 4 personas en la Biblia a las que se les dieron nombres antes de su nacimiento: Ismael, Isaac, Juan el Bautista y Yeshúa.


Él vio un paralelismo entre Isaac y Yeshúa, y por tanto un paralelismo entre Ismael y Juan el Bautista. En otras palabras, el destino de la comunidad cristiana árabe era preparar el camino para el avivamiento del fin de los tiempos, el remanente mesiánico en Israel y la Segunda Venida, de manera similar a como Juan preparó el camino para la primera venida de Yeshúa.


Centrándose en lo positivo


Hubo muchos pecados y errores en las biografías personales de nuestros antepasados, incluyendo a Agar e Ismael, y Abraham y Sara. A pesar de estos pecados y errores, Dios sigue teniendo un destino para el pueblo judío y también para los árabes. Tenemos el gran reto de mirar más allá de las historias negativas de nuestros pueblos con el fin de encontrar el destino positivo de Dios para cada uno de ellos.


Incluso la idea de que los pueblos árabes tienen un destino positivo es escandalosa para algunos de nosotros como judíos; quizás de manera similar a como el destino del pueblo judío es escandaloso para algunos cristianos y árabes. El destino de Ismael y de los pueblos árabes está conectado con el pueblo judío debido a la alianza mesiánica que vino a través de Isaac. Los judíos mesiánicos y los cristianos árabes se necesitan unos a otros.


Plan predestinado


Ismael fue circuncidado en el pacto abrahámico antes de que Isaac naciera. Dios prometió bendecirlo; y lo nombró antes de su nacimiento porque tenía un plan predestinado para él. Un pastor egipcio compartió conmigo que Ismael, y por tanto los pueblos árabes de hoy, estaban destinados a ser el "hermano mayor" protector de Isaac. Ismael era fuerte, guerrero y próspero.


Los líderes cristianos árabes de hoy en día están empezando a ver un llamado divino en la asociación con la comunidad judía mesiánica de Israel, y a reconocer el propósito del pacto de Dios para la nación de Israel. Recordemos que en cada nación, el destino de Dios no se encuentra en la "mayoría no-creyente" sino en la "minoría creyente". Esto es cierto para Europa, para Asia, para América, para África, para los árabes y los judíos.


Los pueblos árabes tienen un destino positivo que fue predestinado por Dios. Ese destino no se encuentra en el extremismo islámico o en la política, sino en la comunidad árabe cristiana; el remanente renacido, lleno del Espíritu y creyente en la Biblia que se encuentra en cada nación. Estamos en alianza con ellos a través de nuestra fe mutua en Yeshúa, y creemos que estarán con nosotros y con nuestra nación en los tiempos difíciles que se avecinan.

bottom of page