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¿Alguna vez has sentido que eres el único verdadero creyente? ¿O que el peso del reino recae solo sobre tus hombros? ¿Se sentía así Shaul/Pablo? ¿Se sentía así Elías? ¿Qué es el “complejo de Elías”?
Al continuar con nuestra transmisión global de enseñanzas de esta semana en Romanos 9-11, nos centramos en el REMANENTE en el capítulo 11 y el capítulo 9:27-29. Una vez más, Ariel nos recuerda que observemos las Escrituras a las que Pablo hace referencia en el Tanach para comprender plenamente la profundidad del significado de esta carta a los Romanos.
Pablo, siguiendo a Yeshúa, profetiza acerca del juicio de Dios que vendrá sobre Jerusalén, tal como en el tiempo de Jeremías y el Primer Templo. Pero a través de Isaías y la historia de Elías, nos recuerda que Dios siempre ha prometido preservar un remanente que regresará del exilio. La historia del pueblo judío está llena de historias de juicios, exilios, pogromos e incluso el Holocausto. El Israel moderno es una reunión de un remanente sobreviviente del pueblo judío de los cuatro rincones de la tierra. En medio del remanente físico, Dios también está levantando un remanente fiel, mesiánico. El Evangelio lo reúne todo en Él.
VEAN hoy cómo Ariel explica cómo cada uno de nosotros necesita responder plenamente y con fervor al llamado único de Dios en nuestras vidas, mientras nos damos cuenta de que nunca estamos solos—hay un remanente. Y Dios siempre trabaja principalmente a través de este remanente para llevar a cabo Sus propósitos. Él ha prometido que habrá sobrevivientes en cada generación en preparación para el día en que todo Israel será salvo (Romanos 11:26).
Así también, en este tiempo presente ha quedado un remanente conforme a la elección de la gracia de Dios. (Rom 11:5).