Por Asher Intrater

Este año la navidad está siendo celebrada por gran parte del mundo cristiano mientras que los judíos religiosos están leyendo los primeros capítulos de Éxodo como parte de la porción semanal de la Torá.
Supongo que la mayoría no ve la conexión entre las dos. Sin embargo, la Navidad carece de su trasfondo histórico sin el Éxodo; y el Éxodo pierde su cumplimiento espiritual sin el nacimiento de Yeshúa. El elemento común es el nacimiento del salvador.
Moisés nació para ser el salvador de Israel de la esclavitud en Egipto. Se le considera una imagen simbólica del Mesías venidero. Moisés nació con una protección sobrenatural (Éxodo 2) y forma parte de una serie de nacimientos sobrenaturales de figuras salvadoras que preceden el nacimiento de Yeshúa.
La primera profecía del nacimiento del salvador es la “simiente de la mujer” en Génesis 3:15. A partir de ese momento comienza una batalla espiritual para matar la simiente que viene. Abel fue el primero en ser asesinado. Hubo diferentes ataques contra las familias de los patriarcas.
Cuando Moisés nació, fue protegido, pero la mayoría de los niños varones judíos de ese tiempo fueron asesinados (Éxodo 1). La matanza de los niños varones israelitas fue instigada por los temores y celos del Faraón, pero también refleja un intento espiritual satánico de detener la llegada de la Simiente que aplastará la cabeza de la serpiente.
En el tiempo del nacimiento de Yeshúa, Él también fue protegido por intervención angelical (Mateo 2:13). Al mismo tiempo, todos los niños varones de dos años o menos en Belén fueron asesinados (Mateo 2:16). Hay un paralelismo en la historia del nacimiento de Moisés y Yeshúa, y un paralelismo en el asesinato de los niños. De hecho, el paralelo incluye el asesinato de judíos a través de toda la historia (Mateo 2:18, Jeremías 31:15).
Hay una serie de nacimientos sobrenaturales a través de las escrituras, empezando con los patriarcas. Sara, Rebeca y Raquel eran estériles. Sus esposos tuvieron que orar por ellas para que dieran a luz. El nacimiento de Isaac por parte de Sara fue particularmente sobrenatural, ya que ella había pasado la edad de tener hijos.
El nacimiento sobrenatural y la guerra satánica sobre el niño continúan hasta el nacimiento de Yeshúa. El “nacimiento y la batalla” se describen como un patrón espiritual universal en el capitulo 12 de Apocalipsis, donde la serpiente intenta matar al niño y a todos los demás descendientes de la mujer.
Yeshúa nació a través de la virgen Miriam quien estaba comprometida con José, descendiente de David. Algunos se burlarían de la idea de un nacimiento virginal. Una virgen dando a luz es ciertamente un nivel mayor de señal milagrosa que el nacimiento de Isaac a sus envejecidos padres.
Pero, comparemos el nacimiento de Yeshúa con la creación de Adán y Eva. El nacimiento de Yeshúa como el hijo de Dios tiene más importancia espiritual que la creación de Adán. No obstante, la creación de un ser humano del polvo de la tierra es un milagro aun más “difícil” en términos físicos. A Adán también se le conoce como el “hijo de Dios” (Lucas 3:38)
El tema del nacimiento sobrenatural de la simiente-salvadora, y el intento satánico de matar a la descendencia de la simiente comienza en el libro de Génesis, continua a través de los patriarcas, el éxodo y los profetas. Se cumple en el nacimiento de Yeshúa; y se expande a un patrón espiritual universal tanto en la historia como en el pensamiento cristiano y judío.