La sabiduría y el temor de Dios
- Asher Intrater
- Mar 5, 2021
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La sabiduría es la capacidad de saber hacer lo que es correcto. Antes de poder hacer lo correcto, tenemos que saber qué es lo correcto. Si Dios ve a una persona que realmente quiere hacer lo que es correcto, Él permitirá a esa persona comprender (Juan 7:17).
Si alguien quiere conocer solo por curiosidad intelectual, entonces, no tiene objeto que Dios dé sabiduría a esa persona (Mateo 11:25). Si queremos hacer lo que es correcto pero no sabemos lo que es, entonces Dios estará encantado de mostrárnoslo (Efesios 1:17, Santiago 1:5).
La primera parte de buscar la sabiduría va contra nuestras inclinaciones naturales. El principio de la sabiduría es el “Temor de YHVH” (Salmo 111:10, Proverbios 1:7). El temor de YHVH es sabe que Dios castiga el pecado y que todos hemos pecado.
Yeshúa definió el temor de YHVH como temer el castigo eterno del infierno después de la muerte (Lucas 12:5).Ese es la cuestión fundamental del temor de Dios.
Aún así, en el mismo pasaje, Yeshúa habló 7 veces de no temer a nada ni a nadie, ni a ninguna circustancia (Lucas 12:4, 7, 11, 22, 26, 29, 32). El temor del Señor elimina todas las demás clases de temores en la vida. Tener el temor de Dios es ser totalmente libre del temor a cualquier peligro. Por tanto, el temor de Dios puede ser definido como “valentía moral“.
Cuando nos damos cuenta de que Dios castiga el mal, entonces podemos:
Dejar de hacer cosas malas a nosotros mismos
No temer el mal en otros
Luchar contra el mal en el mundo
Proverbis 8:13 – El temor de YHVH es odiar el mal
Por desgracia, la mayoría de nosotros somos activos en ser egoístas pero pasivos en luchar contra el mal. El temor de Dios nos da un poder activo para resistir, primero en nosotros mismos y después, en los demás. Se dice que ”Lo que hace falta para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada.” El temor de Dios proporciona la valentía moral pra luchar contra el mal.
El temor de Dios es el “principio” de la sabiduría. Aun así, para muchos, el temor de Dios es la última parte de la sabiduría en ser comprendida. Busquemos con diligencia el temor de YHVH, como hizo Yeshúa, en el hábito de la oración cada mañana temprano con lágrimas y gemidos (Jeremías 5:24, Job 28:28, Marcos 1:35, Hebreos 5:7).