La fiesta de Shavuot conmemora el comienzo de la temporada de la cosecha, la entrega de la Ley en el Monte Sinaí y el derramamiento del Espíritu Santo en la mañana de Pentecostés. La superposición de estos tres temas en el mismo día es una maravillosa muestra de simbolismo bíblico y significado profético. Hace dos mil años, los primeros discípulos de Yeshua (Jesús) fueron llenos del Espíritu Santo y del poder.
Hechos 2:1-4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente vino del cielo un ruido, como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa donde estaban sentados. Entonces se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
Esta experiencia sobrenatural lanzó el evangelio por todo el mundo y extendió el reino de Dios a todas las naciones. Al explicar la experiencia a una multitud, Pedro (Shimon) proclamó que se este era el cumplimiento inicial de un gran avivamiento del fin de los tiempos que ocurriría según las profecías de Joel. La misma experiencia se repetirá, pero en un grado mucho mayor.
Hechos 2:16-18, 21 Esto es lo que dijo el profeta Joel: "Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, sus hijos e hijas profetizarán; sus jóvenes verán visiones, y sus ancianos soñarán sueños. Y sobre mis siervos y siervas en aquellos días derramaré mi Espíritu... Y todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo".
Pedro estaba citando al profeta Joel. Sin embargo, al final sólo citó medio versículo porque las condiciones no estaban preparadas para la segunda mitad de la profecía. (Esto es similar a que Yeshua citara la primera parte de Isaías 61 en Lucas 4 porque la segunda parte tiene que ver con la Segunda Venida, no con la Primera). Aquí está la otra parte del versículo en el que Joel describió las condiciones para el "Segundo Pentecostés".
Joel 2:32 – 3:2 ...porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el Señor, y entre los sobrevivientes estarán los que el Señor llame. Porque en aquellos días y en aquel tiempo, cuando Yo restaure el bienestar de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones y las haré bajar al valle de Josafat; y allí entraré en juicio con ellas a favor de Mi pueblo y Mi heredad Israel...
¡Asombroso! Hace dos mil años hubo un derramamiento inicial del Espíritu Santo. Ese derramamiento lanzó el evangelio a las naciones y continúa hoy en día. Cuando el evangelio comenzó a llegar a los confines del mundo, Dios comenzó a restaurar la nación de Israel y a traer a los judíos de vuelta a Jerusalén. Estaremos aquí para los eventos previos a la Segunda Venida. Mientras Israel era restaurado, una gran guerra estalló. Entre la generación que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, Dios comenzó a llamar a muchos a creer en Yeshua.
Ahora hay un pequeño remanente de judíos mesiánicos en Israel. Los eventos del fin de los tiempos están cerca. Un día tendrá lugar una gran Guerra Mundial; y al mismo tiempo un derramamiento mundial del Espíritu Santo. El remanente mesiánico en Israel es una señal de los tiempos y una chispa de ese avivamiento. Oremos como lo hicieron los apóstoles en el libro de los Hechos y creamos por los mismos resultados, ¡incluso mayores!
