“Amarás al Señor” en Deuteronomio

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Doce veces en el libro de Deuteronomio se encuentra la exhortación de que amemos a Dios (YHVH). En cada uno de estos pasajes, amar a Dios está relacionado con obedecer sus mandamientos. Ambos son inseparables.

El amor sin obediencia conduce a la inmoralidad sexual. Guardar los mandamientos sin comprender el amor que los sustenta conduce a la coerción religiosa.

Esto nos lleva a tres preguntas: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?

¿Qué es lo que quiere el Señor? Que lo amemos. ¿Cómo lo amarás? Guardando sus mandamientos. ¿Por qué es esto lo que Dios quiere? ¡Porque nos ama!

El amor y la obediencia juntos son la base de los valores judeocristianos. Obedecer los mandamientos no es solo una idea del Antiguo Testamento, sino que es consistente con la fe del Nuevo Testamento y es esencial para amar tanto a Dios como los demás.

1 Juan 5:3 - Este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos.

En la cosmovisión bíblica existe un "triángulo" del amor:

1. Dios nos ama.

2. Nosotros amamos a Dios.

3. Nos amamos los unos a los otros.

En el centro de este triángulo está Yeshúa, nuestro ejemplo perfecto, amando a Dios, obedeciéndolo en todas las cosas y entregándose sacrificialmente para que podamos entrar en esta relación de amor por toda la eternidad.

Fuimos diseñados para interactuar con Dios y unos con otros en relaciones significativas e íntimas. VEA hoy la transmisión global en la que Asher revela esta sencilla verdad y la aplica a los retos que enfrentamos hoy en día, incluyendo cómo lidiar con los avances de la inteligencia artificial y las redes sociales.