El Salmo 81 lo explica todo (¡casi!)
- Asher Intrater
- May 16, 2023
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He aquí un breve pasaje bíblico, relativamente desconocido, que ofrece respuestas a un número sorprendentemente grande de cuestiones teológicas y filosóficas problemáticas:
"Yo soy YHVH tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré. Pero mi pueblo no escuchó Mi voz, e Israel no me obedeció. Por eso los entregué a la dureza de su corazón, para que anduvieran en sus propias intrigas. ¡Oh, si Mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! En un momento Yo subyugaría a sus enemigos y volvería Mi mano contra sus adversarios". (Salmo 81:10-14)
Veamos algunos de los principios espirituales:
Si no hacemos caso de Sus instrucciones a fin de recibir bendiciones, tendremos que aprender de los resultados de nuestros propios consejos y decisiones.
Nuestro rechazo de la sabiduría de Dios y la terquedad de seguir nuestro propio camino han producido resultados desastrosos.
Si pudiéramos ver que nuestra actitud y acciones erróneas han causado estos desastres, podríamos estar dispuestos a volver a una relación de amor con nuestro Padre celestial.
Si tan solo regresáramos a Dios y le escucháramos, todo cambiaría.
Debido a la gracia de Dios, usualmente se toma un largo tiempo de desobediencia para que los horribles resultados caigan sobre nosotros.
Debido a Su gracia, el giro hacia la victoria y los resultados positivos usualmente sucede muy rápido, en sólo un "poco de tiempo".
Él "subyugará" los factores malignos (enemigos) que arruinan nuestras vidas, si nos "sometemos" a Él. Nosotros nos sometemos; Él subyuga.
Esto es más que una bendición; es victoria sobre el mal.
Dios quiere bendecirnos, y Él tiene la habilidad. Pero Él demanda nuestra cooperación de libre voluntad con Su voluntad.
Todas las cosas buenas que Dios ha planeado para nosotros dependen de nuestra voluntad.
Dios tiene una larga y documentada historia mostrando Su benevolencia y omnipotencia, como se demostró en el Éxodo de Egipto.
Dios desea llenarnos con toda clase de provisión y prosperidad - cualquier cosa que pidamos; por eso Él dice, "abre bien tu boca, y la llenaré".
Entonces, ¿por qué no ha sucedido esto? ¿Por qué no estamos experimentando toda la bondad y las bendiciones de Dios?
La respuesta es que no hemos escuchado ni obedecido Su voz. Nuestra falta de escucha y falta de obediencia han impedido que las bendiciones de Dios lleguen a nuestras vidas.
No es sólo nuestra "falta" de obediencia, sino que no lo queríamos a Él, Sus instrucciones o Su involucración en nuestras vidas.
No sólo eso, sino que lo rechazamos obstinadamente.
Dios nos hubiera seguido bendiciendo y persuadiendo. Pero ya que continua y consistentemente rechazamos cada intento de ganar acceso a nuestros corazones, Él no tuvo otra opción que dejarnos ir en nuestra terquedad, pecaminosidad y egoísmo.
Pensábamos que sabíamos mejor que Dios, así que seguimos "nuestros propios consejos".
La voluntad de Dios es bendecirnos. Nuestra voluntad humana se rebeló y rechazó - una y otra vez. Era nuestra voluntad contra Su voluntad.
Yeshua ejemplificó esto en Sus propias oraciones: "Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo" (Mateo 6:10) y "No se haga mi voluntad sino la Tuya" (Mateo 26:39, 42).
Si cambiamos nuestro corazón obstinado contra Dios por un corazón sumiso hacia Él, todo lo demás cambiará a nuestro alrededor.