Jerusalén desciende
- Asher Intrater
- Oct 15, 2021
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Se dice tres veces en el libro de Apocalipsis que la Jerusalén celestial desciende del cielo. A los fieles de la iglesia de Filadelfia, considerada como la mejor de las iglesias, se les promete:
Apocalipsis 3:12
"Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo."
Cuando se establezca el cielo nuevo y la tierra nueva al final del Milenio, Juan también prevé la nueva Jerusalén.
La Jerusalén de arriba es la morada de todos los ángeles que permanecieron fieles a Dios, y de los espíritus de los hombres y mujeres santos que fallecieron. Dado que a la comunidad internacional de personas que creen en Yeshúa, la iglesia, se le llama la esposa del Mesías (Efesios 5), también se le llama a la Jerusalén celestial la esposa, porque es allí donde se encuentran las personas.
Apocalipsis 21:2-3
"... la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo..."
El descenso de la nueva Jerusalén es visto como una unión de las moradas de Dios y el hombre. La mayor parte del capítulo 21 es dedicado a describir esta morada celestial. Es la restauración final del jardín del Edén, la última boda del cordero, y la completa reconciliación entre Dios y la humanidad.
Apocalipsis 21:10
“Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios."
La idea del nuevo testamento de que hay una Jerusalén celestial es parecida a la idea rabínica de que hay dos Jerusalén, una de “arriba” y una “de abajo”. (También hay un tabernáculo en el cielo y un tribunal del cielo que son paralelos al tabernáculo y al “Sanedrín” de aquí abajo.)
Cuando un santo “fallece”, su cuerpo va a al cementerio y su espíritu se alza a esta ciudad celestial llamada Jerusalén. Allí permanecerá hasta que sea el tiempo de recibir su cuerpo resucitado. Luego, los santos que vivan en la Jerusalén celestial descenderán y recibirán su cuerpo terrenal, resucitado para que puedan vivir siempre en el paraíso restaurado del jardín del Edén.
Esta es la morada descrita por Yeshúa en el evangelio de Juan:
Juan 14:2-3
"En la casa de mi Padre muchas moradas hay...
Voy pues a preparar un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo...."
Por lo que allí habitarán los justos con Yeshúa y Dios. En el momento de la nueva creación, desciende ese lugar celestial. Si desciende, tiene que haber algún lugar sobre el que pueda descender, el cual es la tierra. Su centro es Jerusalén.
Los justos siempre estarán en Jerusalén. Primero, estarán en la Jerusalén que está en el cielo, y después en la Jerusalén que desciende para ser parte de los nuevos cielos y la nueva tierra que serán restaurados en la tierra. Por lo que sí, ciertamente los espíritus de los justos van al cielo cuando mueren. Pero en última instancia, su lugar de residencia volverá a ser en la tierra ya que esa Jerusalén celestial desciende.