La raíz del antisemitismo
- Asher Intrater

- Aug 24
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Tikkun Global
Jerusalén, Israel

Tras la caída de Adán y Eva, Dios prometió que nacería una "simiente" de la mujer para "aplastar la cabeza de la serpiente" (Génesis 3:15). Eso dio inicio a una guerra entre Dios y Satanás. La simiente nacería a través del pueblo judío. Por lo tanto, las fuerzas demoníacas siempre han intentado matar a los judíos con el fin de matar la simiente del Mesías que hay en ellos.
A lo largo de la Torá, antes de entrar en la Tierra Prometida, el pueblo de Israel es atacado repetidamente:
En Egipto, el Faraón intentó matar a todos los niños varones (Éxodo 1)
Luego los amalecitas los atacaron (Éxodo 17)
Luego los edomitas (Números 20:14)
Luego los cananeos (Números 21:1)
Luego Sijón y los amorreos (Números 21:23)
Luego Og de Basán (Números 21:33)
Luego Balac y los moabitas (Números 22)
Los ataques contra el pueblo judío continuaron a lo largo de la historia antigua (Ester 3:6), durante la época de Herodes en los evangelios (Mateo 2:16) y luego en el Imperio Romano. El antisemitismo se extendió a la Iglesia, a Europa, a los nazis y, hoy en día, a la Yihad Islámica. El antisemitismo desconcierta a los judíos. ¿Por qué parece que todos nos odian?
A mí me parece que la raíz del antisemitismo es Yeshúa (Jesús). ¿Cómo es posible eso? Como dijo un escritor israelí: “No es porque Yeshúa fue crucificado entre nosotros, sino porque nació entre nosotros”. No es que el Nuevo Pacto sea antisemita, sino todo lo contrario.
Dios se revela a la humanidad en forma de hombre… y ese hombre es judío. Se supone que los gentiles deben adorarlo como Cristo y recibir su autoridad como Rey. No solo eso, sino que este Mesías judío designa a otros doce hombres judíos para gobernar el mundo con Él (Mateo 19:28). Esto provoca celos y ofensas en las naciones gentiles.
Algunos de nuestros amigos cristianos árabes dicen que se les hace difícil compartir el evangelio porque a sus vecinos y familiares les parece que es un mensaje de superioridad judío-sionista.
Yeshúa regresará un día a Jerusalén. En ese momento, Satanás será encarcelado durante mil años. El regreso de Yeshúa está conectado por pacto y profecía al pueblo judío (Mateo 23:39; Zacarías 14). Satanás no puede atacar directamente a Yeshúa; por lo que intenta aniquilar al pueblo judío para impedir el regreso de Yeshúa.
Algunos judíos ultraortodoxos atacan a los judíos mesiánicos. Existe una similitud entre el espíritu “antimesiánico (antimisionero)” y el antisemitismo. En última instancia, ambos tienen como objetivo impedir que Yeshúa regrese y gobierne. El antisemitismo intenta matar la simiente mesiánica desde “afuera”; los antimesiánicos intentan detenerla desde adentro.
Los misioneros antimesiánicos le dicen a nuestro pueblo que no debe creer en Yeshúa porque esto ha traído antisemitismo y desastres. Aquí hay una gran paradoja: el antisemitismo es una reacción al Nuevo Pacto, pero no porque sea anti-judío, ¡¡sino porque es demasiado pro-judío!!
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