Las cinco oraciones sacerdotales
- Asher Intrater
- May 28, 2021
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Hay muchas oraciones en la Biblia, designadas para situaciones y personas diferentes. Sin embargo, he identificado cinco oraciones que representan la voluntad de Dios cuando intercedemos por el mundo a nuestro alrededor desde una posición de sacerdotes espirituales.
Estas oraciones reflejan objetivos a largo plazo. Deberíamos orarlas con autoridad, como intermediarios entre Dios y la humanidad en nombre del rey Yeshúa. Deben orarse con una visión clara de los propósitos de Dios y con constancia y perseverancia hasta que veamos cambios reales en el mundo alrededor nuestro.
I. Hacia el Cielo
"Venga tu reino" - Mateo 6:10
Esta es la oración maestra, que cubre las demás oraciones. Instamos a los ángeles de Dios a obrar en este mundo. Pedimos que la autoridad de Dios tome las riendas de los reinos de este mundo. Estamos invitando una invasión celestial a nuestro planeta. Es fomentar un aumento del reino de Yeshúa en el tiempo presente (Isaías 9:6-8)
Esta oración comienza con cada persona clamando en su propio Getsemaní “que no se haga mi voluntad sino la Tuya." Concluye con el objetivo final de que todos los reinos de este mundo se conviertan en el reino del Mesías (Daniel 2:44, Apocalipsis 11:15, Salmo 2).
II. Hacia la Iglesia (la comunidad internacional de fe)
"Que todos sean uno" - Juan 17:21
Esta oración no es por la unificación de las organizaciones cristianas. Es por la madurez y la integridad del cuerpo espiritual de los verdaderos creyentes alrededor del mundo. El concepto bíblico de unidad es el resultado de que las personas se amen unas a otras. La unidad significa unidad con Dios, entrar en la plenitud de Su Gloria. Oramos por cada congregación local, cada ministerio evangelístico y por cada “corriente” dentro del cuerpo en general.
Es una oración por la restauración total de todos los aspectos del reino de Dios dentro de la comunidad de fe. Abrirá el camino a la segunda venida de Yeshúa, en la que el reino restaurado dentro de la Iglesia entonces fluirá, transformando y resucitando al resto del mundo.
III. Hacia los no creyentes (y hacia la nación de Israel)
"Que sean salvos" - Romanos 10:1
Necesitamos interceder por los perdidos. Muchas personas están tan enfrascadas en sus propios ministerios y necesidades personales que se olvidan de este mandato básico. Oramos por personas concretas con las que hemos compartido el evangelio y por diferentes grupos de gente. Todos necesitan ser salvos. Sabemos que esa es la voluntad de Dios (II Pedro 3:9, I Timoteo 2:4).
Al orar aquí en Israel por nuestros seres queridos no creyentes, las dos oraciones (Israel y los no salvos) se solapan. Para aquellos que viven fuera de Israel sería bueno incluir una sección especial de oración por la salvación de Israel, igual que oras por otros, ya que Israel es mencionado a menudo, de manera específica en la Escritura. En una dirección u otra, ya sea dentro o fuera de Israel, oramos para que todos reciban vida eterna.
IV. Hacia los gobiernos
"Por todos los que están en autoridad" - I Timoteo 2:2
La posición espiritual de los verdaderos creyentes está por encima de los que dirigen los gobiernos (ver Efesios 1:3, 1:20-23, 2:6, Jeremías 1:10). En esta sociedad, nos sometemos a los que están en autoridad en nuestra vida diaria, pero en oración, tenemos cierta autoridad sobre ellos como sacerdotes espirituales. Hemos de ser una comunidad profética, influyendo para bien en el gobierno y en la sociedad en que vivimos.
La clave de esta oración es que prevalezcan la justicia y la rectitud. Oramos para que Dios dirija a los gobernantes, tanto si creen en Él como si no (Proverbios 21:1). Oramos para que mejoren las condiciones sociales, por la paz, por ley y orden y por una sociedad con libertad religiosa, en la que se pueda compartir el evangelio.
V. Hacia el Diablo
"Si Satanás está dividido ¿cómo prevalecerá su reino?" - Lucas 11:18
He observado dos hechos sencillos: en Lucas 10:19, Yeshúa nos dio autoridad sobre todo el poder del enemigo; en Lucas 11:18, Yeshúa nos dijo que si el reino de Satanás está dividido, caerá. Así que unamos estos dos principios y utilicemos la autoridad en el nombre de Yeshúa y profeticemos que el reino de Satanás se divida y caiga.
Tenemos un enemigo spiritual. Es un grupo de ángeles malignos que están en rebeldía contra Dios. Podemos expulsarlos de una persona si esta se arrepiente. ¡Cuánto mejor si podemos provocar una "guerra civil" espiritual entre grupos de legiones demoníacas! Lo declaramos de esta manera: "En el nombre de Yeshúa, el reino de Satanás está dividido y ha caído."
Piensa cuán poderoso sería si tú y tus compañeros de pacto os levantarais una vez al día durante los próximos cinco años y declaraseis estas cinco oraciones sacerdotales en cada una de estas cinco direcciones espirituales, declarándolas en fe, en autoridad y de común acuerdo. ¡Busquemos ser efectivos!