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Tres objetivos del trabajo en equipo



Hace muchos años, cuando vi las promesas bíblícas en cuanto a Israel, la Iglesia, el remanente mesiánico y los últimos tiempos, llegué a la conclusión que nadie es lo suficientemente fuerte, sabio o justo para cumplirlas. Si Dios nos llamaba a involucrarnos, teníamos que trabajar juntos como equipo. Si no podíamos desarrollar el trabajo en equipo, no podíamos cumplir con nuestro destino.


Nunca es fácil trabajar en un equipo. Un equipo involucra a personas, y las personas tienen problemas. Traen sus debilidades, sus diferencias de opinión, su orgullo, miedos, tozudez, frustraciones, etc. La gente viene con su “equipaje” y su “basura”.


Una vez les repartí piezas de un rompecabezas a nuestro equipo. Teníamos que deslizar nuestras piezas al centro de la mesa y encajarlas. Las piezas separadas no tenían sentido, pero cuando se unieron, surgió una imagen coherente.


Cada pieza tenía curvas que iban para dentro y curvas que iban para afuera. Interpretábamos las curvas internas como nuestras debilidades y necesidades, y las curvas externas como nuestros talentos o puntos fuertes. Las curvas internas, nuestras debilidades, eran las que permitían que las piezas encajaran. Para formar una imagen completa, la tarea crítica es que cada uno reconociera su necesidad del otro. Podemos permitir que nuestras debilidades nos unan, cuando a menudo nuestras fortalezas nos separan.


Responsabilidad conjunta


Sirvo en el liderazgo de Revive Israel, Tikkun, Ahavat Yeshua, y Tiferet Yeshua. Gracias a Dios, cada equipo lleva mucho fruto por la gracia de Yeshúa. Soy muy consciente de mis propias debilidades y, a menudo, no estoy seguro de lo que contribuyo. Cada equipo está compuesto por personas que tienen dones, talentos y que están motivadas por sí mismas.

Si hay algo que siento que hemos hecho bien, es fomentar un sentimiento de trabajo en equipo y “responsibilidad” conjunta. En cada uno de estos grupos, es evidente que hay interacción y “concesiones mutuas” en el equipo. Esto, en sí mismo, proporciona una sensación de seguridad para las demás personas involucradas. Nada depende de una sola persona.


Resumo nuestro objetivos de trabajo en equipo en una simple guía de tres pasos:

  1. Tu éxito

  2. 2. Nuestra unión

  3. Transmisión generacional


La primera prioridad es desear el éxito de las demás personas involucradas. La actitud debería ser: “Si te he ayudado a tener éxito, entonces he hecho mi trabajo”.


La segunda prioridad es mantener la unidad del equipo. Todos han de sacrificar parte de sí mismos para mantener la unidad. La flexibilidad es el precio de la unidad.


La tercera área tiene que ver con formar y transmitir. No solamente son los objetivos del reino de Dios demasiado grandes para una sola persona, sino que también son demasiado grandes para cualquier generación. Transmitir roles y posiciones va en ambas direcciones: “de arriba a afuera” para los ancianos, y “abajo y dentro” para los más jóvenes.


La transición es como una familia en la que el niño finalmente se convierte en padre, y el padre se convierte en abuelo. La autoridad se va moviendo gradualmente del más mayor al más joven, pero el anciano permanece en un estado de influencia y honor.


Espero que estos principios de trabajo en equipo y de relaciones de pacto te ayuden a llevar mucho fruto en cada esfera de tu vida (Juan 15:5, 8, 16).

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